Hoy tocaba sesión, aunque en realidad ha sido un castigo. Llevábamos cuatro días sin vernos y tanto ayer como hoy, sin casi mensajes sobre todo, porque se me ha olvidado saludar a J.B. por mensaje, tanto ayer como esta mañana. Habíamos quedado para comer en el piso. Así que tras el trabajo, he ido directamente hasta allí.
Nada más llamar al timbre, J.B. me ha abierto la puerta, sin tardar demasiado. Me ha hecho entrar, y tras cerrar la puerta me ha saludado; yo ya empezaba a sentirme excitada, pero entonces sin que yo lo esperara, me ha cogido por el cuello y me ha hecho agachar hacía adelante, y cogida del cuello, bueno mejor dicho de mi pelo, tirando de él, me ha llevado hasta la habitación diciéndome:
- Ha sido una chica mala. ¿Dónde están tus mensajes dándome los buenos días, putita?
Enseguida me he dado cuenta de que iba a castigarme.
- Lo siento Señor, he estado muy ocupada y... - he tratado de excusarme.
- Tus excusas no me sirven.
Me ha hecho apoyar sobre la cama y me ha ordenado:
- Quítate el vestido y bájate las medias hasta las rodillas. El sujetador por debajo de las tetas.
Sabe que no me gusta, quedarme con la ropa a medio quitar, es algo que me incomoda y me da vergüenza, pero aun así he obedecido y entonces me ha dicho:
- De rodillas.
Me he arrodillado, y seguidamente me ha hecho subir sobre la cama en cuatro, con el culo hacía afuera. Ha sacado la bolsa de juguetes y ha empezado a buscar, hasta que ha encontrado lo que quería, el tubo de cartón al que él llama el Castigador, ya que cuando me pega con él, realmente hace daño, más que otras cosas que utiliza. Ha empezado a pegarme, y como gritaba con cada golpe, me ha puesto un gag en la boca para que no hiciera tanto ruido. Y entonces ha seguido pegándome, primero en el sexo, luego en una nalga, luego otra, haciéndome estremecer, cada 20 golpes, se detenía dejándome descansar un poco, momento en que todo mi cuerpo se estremecía de placer y J.B. aprovechaba para acariciar mi clítoris, comprobar la humedad o sobar mis tetas.
Cuando sus dedos acariciaban mi clítoris, todo mi cuerpo se encendía y se estremecía, cuando me pegaba, también sentía que mi cuerpo se estremecía, pero porque los golpes dolían.
Me puso las pinzas en los pezones durante algunos minutos, mientras seguía pegándome, y de nuevo, todo mi cuerpo se estremecía y cada vez sentía más ganas de que me penetrara y me hiciera suya, pero él mismo dijo que no iba a hacerlo, no me lo merecía. Cuando terminó de pegarme, se sentó sobre la cama, sacó su miembro viril, erecto y altivo y me ordenó:
- Chúpamela hasta que me corra. Quiero llenarte la boca con mi leche.
De nuevo, obedecí. Empecé a lamer y chupar su polla, haciéndolo lo mejor posible. Eso sí, sentía que mi sexo ardía y le deseaba como nunca. J.B. sujetó mi cabeza, la apretó contra su sexo, y empezó a moverla para que su polla entrara y saliera de mi boca, sujetándome para que no la quitara cuando fuera a correrse. Me indicó como hacerlo, que relajara la garganta, para que no tuviera náuseas, y finalmente, apretando, con su polla en mi garganta, se corrió, por lo que tuve que tragar todo su semen. Después, al terminar, nos acostamos sobre la cama y me abrazó, me acunó en sus brazos diciéndome lo bien que lo había hecho. Pero yo seguía excitada y frustrada, quería que me follara, pero él mismo me dijo que eso no iba a pasar por hoy.
Tras eso, nos levantamos, nos vestimos y comimos. Y tras la comida me ha llevado hasta mi trabajo de nuevo.
El resto de la tarde lo he pasado pensando en él, excitada, deseando desahogarme, pero evidentemente no lo he hecho. No sé, después de una sesión siempre me siento como en una nube, sobre todo en los primeros momentos, tras la sesión, después esa sensación va pasando. Me imagino que es a causa de la adrenalina que una suelta en la sesión que el efecto dura después. Es una sensación agradable y quizás es eso lo que nos hace volver a desear sentir esa sensación y por tanto, volver junto al Amo a por más.
Descubre como empezó está historia aquí: https://ninfomanavirtual.blogspot.com/2020/02/jb.html?zx=f30f58fcc95caa37
Me parece un castigo muy apropiado.
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