sábado, 21 de marzo de 2020

EL CEPILLO DE DIENTES

Acababa de salir del trabajo, cuando recibí su llamada. "Ven a la galería y sube a mi despacho y como siempre me esperas allí, como siempre desnuda" Así que nuevamente me dirigí hacía su galería, subí al despacho y le esperé allí, desnuda. No tardó en entrar, y me ordenó:
- Túmbate sobre la mesa boca arriba.
No me había dado cuenta hasta ese momento, pero había puesto una sábana sobre la mesa para que pudiera estar más cómoda.
- Abre las piernas - me ordenó.
Luego ató mis manos y me las hizo poner por encima de mi cabeza y una vez lista, empezó a acariciar mi sexo, suavemente, con sus manos. Acariciando mi clítoris, hasta que logró que empezara a humedecerme. Abrió entonces, un cajón de la mesa y sacó un vibrador, lo pasó por mi sexo suavemente y finalmente lo introdujo en mi, haciéndome estremecer. Y entonces, del mismo cajón sacó un cepillo de dientes eléctrico que puso en marcha y empezó a pasar, primero por mis tetas, excitandome, y después descendiendo por mi sexo, mientras jugaba con el vibrador, metiendolo y sacándolo de mí. Finalmente sacó el vibrador y lo dejó a un lado. Con sus dedos, apresó mi clítoris entre ellos, sacándolo hacía afuera y empezó a acariciarlo con el cepillo de dientes, volviéndome loca de placer. No podía evitar convulsionarme y gemir, excitada, mientras mi Amo me observaba mientras me acariciaba con el cepillo de dientes y decía que lo estaba haciendo muy bien, que le gustaba verme tan excitada, tan puta. Y apunto de correrme J.B. detuvo el cepillo y lo sacó de mi sexo. Se puso frente a mí, se bajó la cremallera del pantalón, sacó su sexo, se puso un condón y sin demasiado preámbulo me penetró y me folló, logrando que me corriera en nada. Luego fué el quien se corrió. Fue una experiencia maravillosa y muy excitante y así se lo hice saber después, durante el Aftercare.

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