De rodillas, doblada sobre el asiento sofá, con las manos atadas, y un plug metido en el culo, espero. Ansiosa, preguntándome que va a pasar, que va a hacer ahora Amo Grey. Le oigo caminar por la habitación. Abre un cajón, seguro que ha sacado algo, pero ¿qué? no lo sé, no puedo verlo porque me tiene prohibido moverme de la posición en que estoy.
De repente, siento que está junto a mí, se arrodilla tras de mí, acaricia mi sexo, gimo, estoy ya húmeda.
- ¡Qué zorra eres, ya estás húmeda como una perra! - me dice acercando su boca a mi oído y eso me excita aún más. Me encanta que me hable así. Restriega sus dedos por mi humedad y luego mete uno dentro de mí. Me estremezco al sentirlo.
- ¿Te gusta eso, eh zorra?
- Sí, Señor - musito excitada.
Y entonces me azota en mi sexo, entre mis piernas. Lo hace repetidas veces, hasta que consigue que toda yo me estremezca de nuevo, no puedo evitarlo. Los azotes provocan una serie de temblores en mi cuerpo, como cuando me corro, no sé porque pero me encanta y parece ser que esos azotes me excitan aún más. Y justo en ese momento en que estoy presa del placer, Amo Grey me penetra. Siento su polla entrando en mi, me estremezco aún más. Gimo, empujo hacía él, pero entonces él saca su sexo de mí y me advierte:
- ¡Quieta, zorra! Soy yo quien decide cuando y como, así que estate quieta o te dejaré sin orgasmo.
- ¡Oh, Señor, por favor!
Hace ya varios días que no me folla, que no me deja sentir su polla hundiéndose dentro de mí, y es por eso, que estoy tan excitada, tan ansiosa por sentirle. Pero él se resiste, aunque le ruegue.
Y entonces, siento que vuelve a entrar, pero no es su polla, es un consolador, lo pone con la vibración al máximo y empieza a moverlo dentro y fuera de mi, cada vez más rápido hasta que me corro. Y entonces sí, me penetra y me folla hasta que se corre y ambos quedamos totalmente satisfechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario